El uso de las tecnologías de la información en los centros escolares comienza a ser un elemento imprescindible dentro del ciclo educativo de nuestros jóvenes, que crecen en el seno de una sociedad digital y necesitan adquirir conocimientos aplicables a su realidad diaria.

Como expresó Jerome Morrissey en su artículo ‘El uso de TIC en la enseñanza y el aprendizaje. Cuestiones y desafíos’, “el uso de las TIC es un factor clave para el cambio social. La disponibilidad de computadoras más baratas, dispositivos electrónicos portátiles y teléfonos celulares más potentes ha llevado a una revolución en las comunicaciones entre los jóvenes. […] Vivir en una sociedad de la información y en una economía basada en el conocimiento requiere que sus jóvenes posean una amplia gama de competencias TIC para que puedan participar plenamente como ciudadanos. Las TIC se perciben en la actualidad como un componente esencial de la educación del siglo XXI”.

El uso de las TIC proporciona grandes beneficios a los alumnos, como potenciar el desarrollo de sus habilidades, su motivación y mejorar el trabajo en grupo. También forma parte del aprendizaje autónomo del estudiante, lo que refuerza su autoestima. Y como avanzaba Morrisey, “la evidencia muestra que el uso de las TIC contribuye al desarrollo de la creatividad y la inventiva, habilidades que son particularmente valoradas en el mercado laboral”.

Todo ello con la ventaja de que con el uso de diversos dispositivos los alumnos tienen la ventaja de poder acceder a las materias que son objeto de estudio desde cualquier parte y a cualquier hora, lo que conlleva un aprendizaje sin límites.

APRENDIZAJE MÁS ACTIVO Y CREATIVO

Centrándose en el ámbito escolar, Morrisey afirma que “El acceso a recursos TIC, programas y materiales en el aula puede ofrecer un entorno mucho más rico para el aprendizaje y una experiencia docente más dinámica. La utilización de contenidos digitales de buena calidad enriquece el aprendizaje y puede, a través de simulaciones y animaciones, ilustrar conceptos y principios que de otro modo serían muy difíciles de comprender para los estudiantes”.

“El uso de las TIC en el aprendizaje basado en proyectos y en trabajos grupales permite el acceso a recursos y a expertos que llevan a un encuentro de aprendizaje más activo y creativo tanto para los estudiantes como para los docentes. […] Las TIC son especialmente efectivas para atender algunas de las dificultades de aprendizaje asociadas con la inclusión social y la igualdad de oportunidades educativas. […] El uso de las TIC puede apoyar el aprendizaje de conceptos, la colaboración, el trabajo en equipo y el aprendizaje entre pares”.

ESPAÑA, ENTRE LOS PAÍSES MÁS EQUIPADOS

A tenor de estas conclusiones, no es de extrañar que el uso de las TIC se extienda poco a poco en España, alcanzando niveles superiores a la media de la Unión Europea. Tal y como señala el informe publicado por la Comisión Europea ‘Survey of Schools: ICT in Education’, sobre la penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), España se sitúa entre los países con mayor número de ordenadores por alumno.

Junto a países como Dinamarca, Noruega y Suecia cuenta con un terminal por cada tres alumnos, mientras que la media europea se sitúa en un terminal por cada 5-7 alumnos. Este mismo informe, sin embargo, muestra que a pesar de contar con el equipamiento adecuado, nuestros centros escolares disponen de una conectividad baja. A la postre este problema supone un desaprovechamiento de los recursos e impide que los alumnos puedan acceder a grandes cantidades de contenidos digitales.

Incluso siendo positivas, estas cifras aún están lejos del uso de un dispositivo por alumno, independientemente de que este sea PC, portátil, tablet o similar. Un sistema, denominado ‘One to one’, que está llamado a ser claro protagonista en la educación de las nuevas generaciones.

El propio nombre del informe elaborado por la Comisión Europea, ‘Survey of Schools: ICT in Education’, ofrece la conclusión a las reflexiones realizadas anteriormente: la supervivencia de los centros escolares está ligada a la inclusión de las TIC. Su papel va a ser tan determinante en la educación del siglo XXI que los centros que no las apliquen no serán eficientes.