Más redes wifi, mejores y ¿gratis?
El avance tecnológico, unido al aumento de la demanda de los consumidores de datos, ha provocado una nueva forma de entender la prestación de servicios de redes wifi. Cada día se implantan más redes abiertas en lugares públicos o las empresas abren redes para clientes a cambio de enviarle publicidad (aunque a veces no se indica claramente que vaya a ser así). En cualquier caso, la red tiene un coste que alguien asume, lo que muchas veces el consumidor no tiene en cuenta pese a ‘exigir’ el disfrute del servicio.
Uno de los últimos ejemplos es la iniciativa de Google con la que ha financiado 28 autobuses escolares equipados con wifi en el condado rural Berkeley, de Carolina del Sur (EEUU). Con esta medida pretende dotar de conexión a los estudiantes en sus trayectos casa-escuela-casa, de modo que puedan aprovechar un tiempo ‘muerto’ que en algunos casos supone hasta dos horas diarias. A la vez, se buscan fórmulas para utilizar esos autobuses fuera de su horario en otros servicios a la comunidad, de modo que el aprovechamiento de la inversión sea máximo dentro de la comunidad.
WIFI GRATIS EN LA UE PARA ¿2020?
En esa línea se enmarca el anuncio realizado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker: “Tenemos que estar conectados. Nuestros ciudadanos y nuestras economías lo necesitan”. Para ello propuso a finales de año un paquete de reformas con un objetivo fundamental: que los europeos tengan acceso gratuito a Internet mediante conexión inalámbrica en las áreas públicas más concurridas de pueblos y ciudades.
Los plazos que manejan en Europa se fijan como objetivo 2020 y que esta conexión sea gratis, pero los operadores de telecomunicaciones cobrarán por el servicio y por tanto lo deberán sufragar gobiernos, ayuntamientos, patrocinadores... El proyecto ha arrancado con 120 millones de euros para que las autoridades locales lo pongan en marcha, un presupuesto que, según sus cálculos, dará para atender entre 6.000 y 8.000 comunidades de toda Europa.
MEJORAS PARA REDUCIR EL CONSUMO DE BATERÍA
Sobre las conexiones wifi también hay un elemento que preocupa al consumidor y es que es una de las funciones del teléfono móvil o dispositivo electrónico que más batería consume, hasta el 60% del total. Esto es debido a que está constantemente enviando señales de radio para encontrar redes disponibles, incluso cuando en su entorno no hay redes wifi abiertas o conocidas con las que conectarse.
Para evitarlo, investigadores de la universidad de Washington han desarrollado un método de transmisión wifi que libera al móvil de la tarea de generar la señal de radio analógica, reduciendo el consumo de la energía requerida a una diezmilésima parte en comparación con la forma de funcionamiento actual. Para ello, se delega la producción de esta señal en un dispositivo externo que da cobertura en una área próxima: en una oficina o vivienda, por ejemplo.
Este método, denominado wifi pasivo, está aún pendiente de verificación, pero podría ser aplicable a los móviles y routers que están funcionando en la actualidad. También a los aparatos que aspiran a formar parte del internet de las cosas (IoT), la conexión entre objetos comunes y cotidianos: desde la nevera al termostato, pasando por las cámaras de seguridad y las zapatillas de deporte y hasta sensores médicos incorporados en el cuerpo del paciente…
La publicación MIT Technology Review considera que se trata de una de las diez tecnologías más importantes del año. También cree que un dispositivo de wifi pasivo será “extremadamente barato de fabricar, tal vez menos de un dólar” y que estará disponible en un plazo de dos o tres años.
REFERENCIAS
‘Google ayuda a estudiantes con Wi-Fi sobre ruedas’ (20 Minutos)
‘Europa promete wifi gratis (para 2020)’ (El País)
‘Una conexión wifi con un consumo de batería 10.000 veces menor’ (El País)