Las nuevas tecnologías se han convertido en un factor fundamental para el crecimiento de todos los sectores productivos y de la prestación de servicios. Aquel que no implanta las TIC y las aprovecha para mejorar, está condenado al fracaso. La Sanidad no es ajena a este cambio y poco a poco comienza a aprovechar la tecnología en su atención al paciente.

Así lo constata Raúl Piedra, secretario del Grupo de Trabajo de Nuevas Tecnologías de Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), al exponer las ventajas de esta práctica en la Atención Primaria: “Desburocratiza las agendas, mejora la comunicación médico-paciente, optimiza la gestión del paciente crónico inmovilizado con la ayuda de un cuidador conectado o permite monitorizar los datos clínicos de los pacientes”.

“Tenemos todas estas tecnologías a nuestro alcance y la Atención Primaria no solo tiene que hacer uso de ellas, sino que es su deber manejarlas en aras de una mayor eficiencia de los recursos sanitarios”, asegura. Una de las vías que se abre es la de la comunicación, a través de correo electrónico o mensajería instantánea: “Abrir nuevas vías de comunicación está siendo muy bien aceptado por los pacientes y, además, está creando una demanda creciente que hará reaccionar a los sistemas de salud en algún momento”.

APUESTA NO DECIDIDA POR LAS TIC

Pese a que los expertos coinciden en la importancia del uso de las TIC, lo cierto es que las administraciones aún no están realizando una apuesta lo suficientemente firme por ellas. Así los muestran dos hechos que se han conocido durante este año.

En el lado positivo, cabe destacar la ampliación de la vigencia, hasta el 31 de diciembre de 2017, del desarrollo del programa de salud y bienestar social de la Agenda Digital para España en el ámbito del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Este programa tiene como objetivo consolidar el uso de las TIC dentro del Sistema Nacional de Salud, con tres líneas fundamentales: extender la receta electrónica, poner a disposición de los ciudadanos y profesionales la historia clínica digital y mejorar el sistema de identificación de usuarios del SNS.

Sin embargo, hay un lado negativo que es el de la escasa inversión TIC en el sector, que desvela el informe Índice SEIS 2016, elaborado por la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS). En él se desvela que la inversión global realizada en TIC por parte del Sistema Nacional de Salud fue en 2016 de 688 millones de euros, lo que supone una caída de casi el 5% frente a los 724 millones de euros de 2015.

Al respecto, el presidente de SEIS, Luciano Saez Ayerra, ha señalado que “la sanidad española no está apostando por la transformación digital al ritmo que debería. El presupuesto TIC de las comunidades autónomas respecto al global sanitario supone un 1,23% cuando al menos debería llegar al 2%. Además, este porcentaje ha caído un 2,38% respecto a 2015”.

USO DE WEARABLES

Por otra parte, es importante reseñar también el uso de dispositivos como los wearables, con los que el profesional médico puede tener un control constante de los signos vitales de sus pacientes en riesgo o realizar un seguimiento telemático de personas mayores, que en muchas ocasiones permite la detección de ciertos problemas y permite evitar ingresos hospitalarios.

Mª Ángeles Medina, vicepresidenta de la Asociación Salud Digital, indica que “cuando un enfermo crónico usa wearables, puede evitar complicaciones, ingresos y consecuencias como amputaciones en el caso de los diabéticos”. Con estos dispositivos se consigue la detección, prevención y seguimiento de la enfermedad de una forma eficaz y rápida.

REFERENCIAS

Primaria se ‘apunta’ al uso de las TIC: “Es un deber para la eficiencia” (Redacción médica)

Se amplía la vigencia de los convenios para el uso de las TIC en el Sistema Nacional de Salud (IT User)

El gasto sanitario de las CCAA en TIC apenas crece en 2016 (Computer World)

La Sanidad del futuro a través de las TIC (El Mundo)