Las nuevas tecnologías se han convertido en un factor fundamental para el crecimiento de todos los sectores productivos y de la prestación de servicios. Aquel que no implanta las TIC y las aprovecha para mejorar, está condenado al fracaso. La Sanidad no es ajena a este cambio y poco a poco comienza a aprovechar la tecnología en su atención al paciente.
Así lo constata Raúl Piedra, secretario del Grupo de Trabajo de Nuevas Tecnologías de Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), al exponer las ventajas de esta práctica en la Atención Primaria: “Desburocratiza las agendas, mejora la comunicación médico-paciente, optimiza la gestión del paciente crónico inmovilizado con la ayuda de un cuidador conectado o permite monitorizar los datos clínicos de los pacientes”.